Una de las de la iglesia de Sant Josep de Gandia, en pleno centro de la ciudad, parece que se volvió loca la noche de este sábado cuando, inesperadamente, empezó a tañer a un ritmo de prácticamente un segundo.
Una de las de la iglesia de Sant Josep de Gandia, en pleno centro de la ciudad, parece que se volvió loca la noche de este sábado cuando, inesperadamente, empezó a tañer a un ritmo de prácticamente un segundo.