Veintitrés de las tortugas bobas cuyos huevos se depositaron en la playa de Cap Blanc de Cullera fueron liberadas allí mismo a mediodía ayer. Entraron al Mediterráneo en el mismo lugar que la madre escogió para anidar el pasado mes de julio. El alcalde, Jordi Mayor, consideró la jornada «histórica» al tratarse de la primera vez en que se tiene constancia de que el desove y la posterior llegada de las crías al mar tenía lugar en la bahía cullerense.