Maite acudió ayer a la residencia de la Pobla de Vallbona a llevarle un televisor y tabaco a su padre, «para que no se vuelva loco, porque llevaba una semana encerrado en su habitación sin tele ni radio». Salvador, que sufrió un ictus hace dos años, se encuentra aislado al haber dado positivo su compañero de habitación, de 86 años. «Él es fuerte pero la última vez que lo vi estaba un poco abandonado, con el pañal por las rodillas y las uñas negras», asegura su hija.