La primera vez que enfermó de COVID, el doctor Valls pudo incluso seguir trabajando desde casa. Pero cinco meses después volvió a infectarse y esta vez fue más grave, pasó 20 días ingresado, se libró por los pelos de la intubación. La inmunidad ante el coronavirus sigue siendo una incógnita. Él no generó anticuerpos con la primera infección. Por eso nunca hay que relajar las medidas de protección. Los científicos estudian si estas reinfecciones son anecdóticas o un aviso de lo que podría ser habitual en un futuro.