La decisión tomada el viernes por el alcalde Joan Ribó y su grupo Compromís de destinar 32 millones de euros de los ahorros municipales del Ayuntamiento de València a pagar deuda bancaria con el BBVA, -pese a que un acuerdo del Congreso y de la FEMP abre la puerta a emplear ese dinero para afrontar urgencias derivadas de la pandemia-, ha encolerizado a los principales agentes sociales y económicos de la ciudad.
La gerente de la Asociación de Comercios del Centro Histórico Julia Martínez denunció que «no tiene sentido gastar dinero en la deuda con el banco en un momento en que urge apoyar a las personas y a las empresas».
"No tiene sentido pagar al banco cuando hay que apoyar a las empresas y las personas"
Además, es «incongruente» e «inexplicable» que Joan Ribó y Compromís «que estaban reclamando al Gobierno que les permitieran usar estos remanentes, resulta que cuando les autorizan , va y se destinan esos fondos de 2019 para amortizar deuda con el banco», dentro del ejercicio de 2020.
Martínez hubiera preferido que ese superávit municipal se hubiera dedicado a «costear un plan de reactivación económica para el comercio del centro» de València que está siendo aniquilado por la crisis de la covid. Ese dinero hubiera servido también «para costear aparcamientos baratos y para financiar un plan de incentivos para la compra en los comercios del centro con bonos».
"Ese superávit debería ayudar a las pymes y a campañas de concienciación"
Es una lástima, para Julia Martínez, que los ahorros municipales se hayan dirigido a amortizar deuda bancaria. «El centro está pasándolo muy mal por el coronavirus -relató- como ocurre en Madrid y Barcelona, por eso, urge hacer un plan para que los centros nos replanteemos una reactivación diferente», abundó.
Por su parte, Víctor Pérez ,el presidente de la patronal del ocio, la restauración y el turismo (Fotur), se mostró «sorprendido» por el cambio de parecer de Ribó y su equipo. «En mi opinión se deberían de haber destinado a apoyar a las Pymes locales, en particular, a las del ocio y el espectáculo , que llevamos 7 meses sin poder trabajar». También, se podrían haber dedicado esos excedentes de tesorería a «campañas de concienciación ciudadana para que todos nos esforcemos por cumplir las medidas de seguridad y sanitarias». Por último, el secretario general de CCOO-PV Arturo León avanzó que su posición siempre es que «ese montante económico lo destinemos a gasto social en 2021, para atender necesidades de las personas, en un momento que requiere todos los recursos posibles». Ahora bien, León observa «diferencias de criterio» entre Compromís y PSOE acerca de si se pueden «utilizar o no esos remanentes». Ante estas dudas jurídicas, el líder de CCOO propone que el consistorio «eleve una consulta a la Abogacía del Estado para determinar con claridad cómo se pueden utilizar esos recursos», finalizó.
"Habría que preguntar a la Abogacía del Estado cómo pueden gastarse esos excedentes"
El PSOE -socio de gobierno en el Ayuntamiento de València- propuso sin éxito a Compromís que esos 32 millones de excedentes de tesorería se destinaran a pagar un crédito de 27,2 millones que ha solicitado el consistorio para compensar las pérdidas de la EMT para el ejercicio de 2020, derivadas de la caída de viajeros por la pandemia. El alcalde rechazó esta opción y comunicó a los socialistas su firme decisión de amortizar deuda municipal.
Tampoco aceptó otra petición de los socialistas para ofrecer a cargo de esos remanentes un gran plan de reactivación económica y social por ese montante o gran parte de él.
Mientras, otros agentes sociales tampoco comparten la decisión de Ribó y Compromís. El secretario general de UGT-PV Ismael Sáez apoya la tesis del PSOE, que votó en contra de esta medida en la Junta de Gobierno. «No entiendo la decisión de Compromis -dijo Sáez- de amortizar deuda para aumentar su capacidad de endeudarse el año que viene, según escuché al vicealcalde Sergi Campillo». En cambio,«sí tendría sentido renegociar la deuda y llevarla a largo plazo para conseguir mejores condiciones». Por otra parte, «en un momento en el que se reclama liberar remanentes para atender las necesidades de la crisis por la pandemia y llevar a cabo una política de gasto expansivo, resulta que se actúa con algo parecido al austericidio que tanto se criticó», lamentó. «Que además se plantee contra el criterio de sus socios -en alusión al PSOE-, y se haga pública la discrepancia, clama contra el sentido común», reflexionó.
"No entiendo la decisión de Compromís de destinar el dinero a amortizar deuda"
Por su parte, la postura de Compromís se explicó el viernes: «En estos momentos es muy importante prepararnos financieramente para poder afrontar una situación complicada para el próximo trienio 2020-22 con una capacidad de endeudamiento alta hasta el 75%, para mantener el nivel de servicios públicos y hacer frente a una crisis sanitaria sin precedentes. Es la mejor decisión frente a un Gobierno de España que no deja alternativa a los municipios: Estamos ya casi en noviembre y todavía no ha autorizado el uso de los remanentes». El comunicado demuestra una gran desconfianza y hartazgo hacia el Gobierno de Pedro Sánchez y quizá anticipa otro pulso político con vistas a negociar los Presupuestos Generales del Estado.
El PSOE planteó sin éxito pagar 27,2 millones de la EMT con esos fondos
El PSOE-socio de gobierno en el Ayuntamiento de València- propuso sin éxito a Compromís que esos 32 millones de excedentes de tesorería se destinaran a pagar un crédito de 27,2 millones que ha solicitado el consistorio para compensar las pérdidas de la EMT para el ejercicio de 2020, derivadas de la caída de viajeros por la pandemia. El alcalde rechazó esta opción y comunicó a los socialistas su firme decisión de amortizar deuda municipal.
Tampoco aceptó otra petición de los socialistas para ofrecer a cargo de esos remanentes un gran plan de reactivación económica y social por ese montante o gran parte de él.
Mientras, otros agentes sociales tampoco comparten la decisión de Ribó y Compromís. El secretario general de UGT-PVIsmael Sáez apoya la tesis del PSOE, que votó en contra de esta medida en la Junta de Gobierno. «No entiendo la decisión de Compromis -dijo Sáez- de amortizar deuda para aumentar su capacidad de endeudarse el año que viene, según escuché al vicealcalde Sergi Campillo». En cambio,«sí tendría sentido renegociar la deuda y llevarla a largo plazo para conseguir mejores condiciones». Por otra parte, «en un momento en el que se reclama liberar remanentes para atender las necesidades de la crisis por la pandemia y llevar a cabo una política de gasto expansivo, resulta que se actúa con algo parecido al austericidio que tanto se criticó», lamentó. «Que además se plantee contra el criterio de sus socios -en alusión al PSOE-, y se haga pública la discrepancia, clama contra el sentido común», reflexionó.
Por su parte, la postura de Compromís se explicó el viernes: «En estos momentos es muy importante prepararnos financieramente para poder afrontar una situación complicada para el próximo trienio 2020-22 con una capacidad de endeudamiento alta hasta el 75%, para mantener el nivel de servicios públicos y hacer frente a una crisis sanitaria sin precedentes. Es la mejor decisión frente a un Gobierno de España que no deja alternativa a los municipios: Estamos ya casi en noviembre y todavía no ha autorizado el uso de los remanentes». El comunicado demuestra una gran desconfianza y hartazgo hacia el Gobierno de Pedro Sánchez y quizá anticipa otro pulso político con vistas a negociar los Presupuestos Generales del Estado.
