Los vecinos de l’Ènova tendrán que acostumbrarse a pronunciar la «e» tónica del topónimo con el acento cerrado o agudo después de décadas de escribir o entonar el nombre del pueblo con acento abierto o grave. La actual corporación ha rescatado un informe de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) fechado en 2011 que revela que la forma con la que se conoce el municipio desde que se valencianizó el topónimo hace años, sino décadas, no es la correcta ya que «desfigura la manera tradicional» de designarlo, que equipara a la forma Dénia.

El pleno municipal ha acordado por unanimidad tramitar la modificación del topónimo para implantar la forma que la AVL considera «adecuada desde el punto de vista histórico y lingüístico»: l’Énova. El acuerdo se encuentra en estos momentos en fase de exposición pública. El alcalde de la localidad, Tomás Giner, comentó que el ayuntamiento elevó la consulta sobre la denominación correcta del municipio allá por el año 2009, lo que dio lugar al informe de la AVL que reveló que la forma que se estaba utilizando no era correcta, si bien el cambio no se llegó a formalizar. Una segunda consulta planteada años después ha tenido como respuesta el mismo informe que en su día redactara la técnica de onomástica de la AVL.

Este análisis detalla que el topónimo deriva de la forma «janua» del latín vulgar, que significa «puerta», y argumenta que el latín clásico distinguía entre «ostium» y «ianua», puerta de la casa; «porta», portal de la ciudad u obertura entre montañas, y «fores», puerta de una habitación. «En los documentos medievales todavía se observan estas diferencias, pero con el paso del tiempo, la mayor parte de las lenguas románicas las suprimieron», relata la técnica, mientras enumera algunos «rastros» entre los que cita el topónimo valenciano l’Énova, «documentado en el Llibre del Repartiment con las formas Enova, Yeneve y Yeneva». El topónimo alude a que era un paso entre montañas.

El informe lingüístico expone que el romance hablado en la Alta Edad Media por los vecinos evolucionó de forma muy similar a la de los dialectos del Alto Aragón, si bien en este caso, la intervención de la imela árabe dio lugar a las formas [jénova] o [jéneva].

«Aunque en la tradición valenciana a menudo se ha escrito con acento grave, y eso ha dado lugar a la oficialización de la forma l’Ènova, produciendo pronunciaciones que desfiguran la manera tradicional de nombrar el pueblo, en estos contextos la ‘e’ se mantiene cerrada tanto en palabras comunes como en topónimos, tal como se refleja en casos como Dénia o la Sénia». En base a estos argumentos, la Acadèmia de la Llengua considera que la forma l’Énova es «adecuada desde el punto de vista historico y lingüístico».