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World Press Photo 2020

World Press Photo 2020

Existía un mundo antes de la pandemia, pero irrumpió ésta con su gran incógnita y una nebulosa difuminó sus perfiles y contrastes hasta el desdibujo del crepúsculo detenido en su transición. Antes de la emergencia sanitaria que amenaza con reformar los modelos sociales hasta el silencio interactivo, el mundo se caracterizaba como tal por el constante bullicio colectivo de una humanidad que, o bajo la sombra del llanto o la luz de la risa, se movía hacia adelante, hacia atrás o hacia ningún lado cierto: pero se movía, ágil y decidida. Sin clausuras ni profilaxis.

Más de medio siglo retratando ese movimiento confirmación de la vigencia de la vida lleva el World Press Photo desde que en 1955 se asentase como reunión anual del fotoperiodismo internacional y hoy referencia ineludible del salto cualitativo de la fotografía de sucesos de complemento informativo a narración gráfica emblemática. Fiel a su cita valenciana, el WPP retorna al Palau Joan de Valeriola pese a las circunstancias sanitarias cuyo efecto ha sido la reducción de su gira internacional a sólo 21 países, a lo que se suma la particular identidad de esta edición: la de ser panorama existencial previo al azote vírico y con ello terreno proclive a emociones encontradas o a nuevos prejuicios.

Selección del trabajo de 4000 fotoperiodistas repartidos por el globo durante 2019, esta versión del WPP bien retrata los grandes temas que, entonces, se suponían motores de cambio como la alarma medioambiental, la emigración y el enfrentamiento social, destacando éste último en sus galardones como procesos interrumpidos en su definición a causa de la pandemia; así, mientras la Foto del Año del japonés Yasuyoshi Chiba ilustra simbólicamente las protestas ciudadanas prodemocracia de Sudan como un ejercicio de luces en transición, la Historia del Año del francés Romain Laurendau documenta –y hace tesis- sobre las causas de la revuelta argelina con acento metafórico cual si de un archivo costumbrista se tratase, ambos centrados en la juventud, la frustración y el cambio generacional, temas también retratados en el registro del estallido social chileno por el italiano Fabio Bucciarelli y de las protestas antisoberanistas de Hong Kong del danés Nicolás Asfouri. Todos con una agenda pendiente. Y hoy impredecible.

Con la denuncia del deterioro del ecosistema, la exaltación redentora de la naturaleza, el retrato sociológico y la vindicación humanitaria, como pilares testimoniales de la vocación del evento, esta edición si resta presencia a la fotografía de guerra –sello de identidad original- a favor del acontecimiento cotidiano y las emociones en desarrollo, aspecto que sumado al predominio del encuentro estético sobre el impacto moral de los contenidos gráficos, acentúa el conjunto expositivo como peculiar salón de acontecimientos de alto contraste con la pausa existencial que les sobrevendría. Panorámica de emociones encontradas en una situación anormal de la percepción, el WPP propone un ejercicio lúdico y práctico a la vez, de proyección de lo que pudo ser desde la Intensidad de los acontecimientos de hoy. Registro del pasado año pero fallado a un mes de iniciada la pandemia –signifique o no esto en los criterios finales de la selección-, la cita resulta en un laborioso laboratorio psicológico entretiempos que sorprende, por ejemplo, con la imagen del sudafricano Brent Stirton, 2º Premio de Naturaleza, denunciando el comercio ilegal de animales en el retrato de un simpático pangolín, animal para muchos desconocido hasta que se le adjudicó el salto entre especies del virus que lo ha condicionado todo.

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