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Bolos

Pilas para los idus de otoño

Eva García Saénz de Urturi

Octubre viene cargado de premios literarios. Vilipendiados, cuestionados y criticados por los escritores que se presentan y no ganan. Hay una investigación por hacer sobre los autores que aspiran al dineral pero siguen en el anonimato tras el veredicto del jurado, ese que solo lee una pequeña selección de la editorial convocante. La confidencialidad de la industria del libro impide saber más, pero hay grandes firmas que han optado a galardones y se han quedado esperando. Otros son reclutados por un agente literario con el compromiso de ser el triunfador de la velada. Y muchos llevan años con su borrador arriba y abajo hasta que suene la flauta. Quién no publica ahora es porque no quiere. Desde la autoedición hasta el pago por libro existen muchas posibilidades para que un texto pase al prestigioso papel.

Esta semana hemos conocido el Planeta, el más deseado, que ha ido a lo seguro con Eva García Sáenz de Urturi. A principios de septiembre falló el Tusquets, uno de los más respetados, que por segundo año consecutivo vino a València. Bárbara Blasco promociona estos días su novela Dicen los síntomas, y Elisa Ferrer con su Temporada de avispas debutó con el premiazo. El 9 d’Octubre, dos valencianos Paula Ferrer (hermana de Elisa) y Salvador Vilaplana, se llevaron el premio de literatura infantil El Vaixell de Vapor y de literatura juvenil Gran Angular. El martes Elisa Barceló ganó el Nacional de Literatura infantil y juvenil con «El efecto Frankenstein». El miércoles los Ciutat de Sagunt abrían «els nostres premis» con Manuel Molins, Josep Usó y Àngel Fabregat. Después vendrán los Octubre y Bromera para completar la alienación de galardonados. El confinamiento ha sentado muy bien a la creación literaria. Se publica más que se lee, como mantiene Alfons Cervera, que por cierto ya ha entregado su último libro que se llama como la sección de los domingos en este periódico.

Dará que hablar. Igual que el próximo dietari que está corrigiendo Toni Mollà. Si Tot entra en el pes llegaba hasta el 2017, habrá que esperar las cargas de profundidad de estos últimos años. Gràcies per la propina, la novela más personal de Ferran Torrent, celebra sus 25 años con una edición conmemorativa, mientras Carmen Amoraga, la responsable autonómica de la cosa del libro, también ha entregado nueva novela. Por cierto, ha pasado algo desapercibido el premio de la conselleria de Cultura al mejor libro editado: «Assaig d’aproximació a ‘Falles folles fetes foc’ edició crítica», de Perifèric Edicions y escrito por Amadeu Fabregat en 1974, con edición revisada de 2019. Un ensayo mítico tan moderno y actual. ¿Cuántos de los ganadores premiados lo habrán leído? Pero sin duda la mejor noticia hasta el momento se la llevó Pre-Textos con el Nobel de Literatura para Louise Glück, en su catálogo desde 2006 y que ahora se ha visto obligada a reeditar algunos de los siete poemarios publicados hasta de la estadounidense tras el boom de la Academia Sueca. 

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