Ricard Sentandreu es un pelotari de raspall, natural de Castelló (Ribera Alta), promotor de una nueva modalidad de pelota a mano. La ha bautizado con el nombre de Màdel, porque se juega en pistas de pádel pero con la mano. Las dimensiones de la cancha con cuatro paredes de metacrilato obligan a gastar una pelota de mayor peso y diámetro que las tradicionales en el resto de la pilota valenciana. La especialidad todavía no está reconocida entre las oficiales de la pilota valenciana pero consolida un circuito intercomarcal y crece el número de practicantes. Es modalidad dinámica, que exige, como todas las que se juegan en canchas de reducidas dimensiones capacidad de inspiración y rapidez de reflejos. 

La evolución de los tiempos obliga a espíritus y mentes abiertas para asumir aquellos cambios que permitan extender la afición. Si hay cientos de practicantes y cientos de canchas repartidas por los polideportivos valencianos y del resto de España convendría tener en cuenta la especialidad, y valorarla. Sí, ya sabemos que la Federació ha de atender a una cantidad de modalidades que muchos consideran excesiva pero la variabilidad del juego de pelota es un valor que interesa aprovechar. Interesa captar licencias de nuevos jugadores, más practicantes que al final se aproximan al conjunto de este deporte. Cualquier pelotari de frontón se adapta con facilidad a cualquier modalidad de pelota. Y cualquier pelotari del juego a largo se adapta al frontón sin excesivos problemas. Así pasa con todos los juegos de pelota a mano, viéndolos desde el punto del disfrute y no sólo desde la profesionalización. Y pensando precisamente en la profesionalización habrá que convenir que siempre será más rentable publicitariamente, fuente principal de cualquier intento de rentabilizar un deporte, llegar a varios continentes que quedar reducidos al ámbito regional. Esa es la ventaja del One Wall, extendido por todos los continentes y la que puede adquirir el màdel. Y en cuanto a sus raíces históricas bien cerca está la modalidad del antiguo Jeu de Paume, en su versión de Courte Paume, derivado a la Pasaka vasca e incluso a los trinquetes de Pilota Grossa o Galotxetes valencianas.

Con orgullo muestran sus promotores el triunfo en la competición de Deportes Alternativos que a nivel mundial se ha desarrollado. Han participado más de noventa deportes y el patentado en València, por un chaval de Castelló de la Ribera, ha logrado ser campeón, al derrotar en la final al Dueball, presentado desde la India. Algo habrá cautivado a los internautas de todo el mundo.