No solo es escalofriante, también conmovedor y lleva al espectador al límite con un despliegue de fotografías que muestran algunos de los episodios más impresionantes acaecidos en nuestro planeta en las últimas décadas, especialmente las que describen éxodos, hambrunas, genocidios y conflictos armados, la mayor parte de ellos en África pero también en la civilizada Europa de finales del siglo XX, la terrible guerra de los Balcanes.

Es un documental extraordinario, el testimonio profesional de uno de los mejores fotógrafos de nuestro tiempo, el brasileño Sebastiao Salgado, que ha dedicado más de cuarenta años de su vida a recorrer los cinco continentes y captar escenas de un horror indescriptible que certifican que el hombre sigue siendo el animal más feroz del mundo. Ha sido dirigido por un maestro del género, el alemán Wim Wenders, y el propio hijo del fotógrafo, Juliano Ribeiro Salgado, que ahora continúa la labor inmensa de su padre. Pocas veces han estado más justificados galardones como el Premio Especial del Jurado y del Jurado Ecuménico en la sección «Una cierta mirada» del Festival de Cannes.

El largometraje recrea tanto la vida de Sebastiao como su actividad con la cámara desde que decidió dejar su prometedora carrera como economista en un banco para dedicarse a la fotografía. Lo hizo con el beneplácito de su esposa, Leila, que se convertiría en su más fiel y eficiente colaboradora. El sistema de trabajo ha consistido en reunir algunas de las fotos más impresionantes de su extensísima colección, todas en blanco y negro, subrayando algunos de los aspectos más significativos de las mismas.

De esta forma el espectador se erige en testigo privilegiado de los diferentes temas y acontecimientos que llamaron su atención y reclamaron su desplazamiento. Sucesos que en algunos casos le obligaron a vivir durante meses en condiciones infrahumanas.