La noticia de que la Policía Nacional ha detenido al fin al autor de los pinchazos de las ruedas de 15 coches aparcados en Sagunt supuso ayer toda una alegría para los afectados y sus familias. No obstante, a muchos esta sensación les duró poco al trascender que todas sus víctimas habían sido del colectivo magrebí y esto había llevado a acusar también de un delito de odio al arrestado por estos hechos, un hombre de 70 años que no dudó en admitir su culpabilidad.

Este regusto amargo aún se acentuó más al saber que, tras ser oído en declaración, el arrestado había quedado en libertad con cargos. «Alivia saber que al fin han arrestado al autor de los pinchazos, pero que ya esté en libertad, no», confesaba a Levante-EMV una de las personas afectadas en varias ocasiones por estos sabotajes.

El arrestado, de origen español, está acusado de un delito de daños continuados y otro de odio, tras confirmarse que los 15 vehículos que había dañado pertenecen a ciudadanos de origen magrebí. «Es una pena que pasen estas cosas, pero esto deja claro que estos pinchazos no respondían a nada personal contra mí, pues esto era algo que ya empezaba a cuestionarme tras encontrarme varias veces con las ruedas pinchadas», añadía el afectado.

Los primeros casos de este tipo se produjeron en el mes de enero pero se incrementaron a partir de agosto. Los policías averiguaron que en la mayoría de las ocasiones, los vehículos aparecían con varios neumáticos pinchados y que todos los propietarios o conductores habituales de los mismos tenían en común su origen magrebí, lo que estaba provocando gran alarma social entre esa comunidad.

Tras una larga investigación y de varios dispositivos de vigilancia, pudieron localizar al sospechoso, que asumió desde un principio la autoría de estos hechos sin precedentes en la localidad.

Al detenerle, le intervinieron un punzón de 12 centímetros de longitud con el que al parecer pinchaba las ruedas de los coches de madrugada, en su mayoría, entre las cinco y seis de la madrugada.