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El turrón sí resiste al coronavirus

Una trabajadora de una fábrica valenciana de turrón.

Mientras la temible bacteria Xylella fastidiosa destroza buena parte de los almendros de las comarcas del sur de la Comunitat Valenciana y la pandemia de coronavirus frustra la actividad de amplios sectores económicos, la industria turronera afronta la campaña de Navidad con «optimismo». Lo certifica a pie de fábrica el director general adjunto y responsable de operaciones de Confectionary Holding, Rubén López. La amenaza de nuevos confinamientos ante la segunda ola de contagios que vive el país hace difícil vaticinar cómo responderá el consumidor de cara a las habituales compras navideñas. La mayoría de turroneros, no obstante, se conformaría con repetir los datos de la pasada Navidad, en la que el sector se mantuvo en cifras estables. Para ello, y aunque el número de lanzamientos se ha reducido respecto a otros años, una vez más confían sobre todo en el chocolate como reclamo para sus nuevos productos, según constata el Informe 2020 del sector de turrones y dulces de Navidad en España, elaborado por Alimarket. Es el caso de Delaviuda, Sanchis Mira y Turrones José Garrigós, entre otros. Por lo que a inversiones se refiere, los departamentos de logística han acaparado los desembolsos más importantes. Torrons Vicens, Turrones Picó y E. Moreno son algunas de las fabricantes que están mejorando sus espacios de almacenaje.

También el secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, se muestra optimista ante la campaña de 2020. La producción estimada por el conjunto de empresas amparadas por esta DO es de 70 millones de tabletas de turrón, lo que supone la misma cantidad que el año anterior, indica. El 13 % se destinará a la exportación. Moncunill reconoce que el desplome de turistas franceses y británicos por el impacto del coronavirus reducirá las ventas a través de ese canal «si bien eso no inquieta ya que los supermercados canalizan el 70 % de los envíos y sus expectativas de negocio son buenas», puntualiza Moncunill. Entre las novedades que ha puesto en marcha la DO está la colaboración con Danone para elaborar yogures de turrón de Jijona.

Cuenta el ejecutivo del grupo agroalimentario Confectionary Holding (aglutina conocidas marcas como ‘1880’, ‘El Lobo’ y ‘Doña Jimena’) que la firma afronta la temporada con una previsión de producción de 3.000 toneladas . Además, espera mejorar la cifra de facturación y alcanzar los 30 millones de euros, de los que un 20 % corresponden al exterior, sobre todo en el continente americano, incluido EE UU.

López también garantiza que los turrones se están situando en los lineales antes que otros años. De hecho, la campaña de producción arrancó en las fábricas el 1 de junio; es decir, justo un mes antes que la fecha tradicional de comienzo de actividad en las fábricas turroneras. «Es fundamental que la gente pueda salir a la calle a realizar sus compras. El nivel de su estado de ánimo -apunta López- será directamente proporcional a los límites que nos imponga la covid-19. Está claro que los ciudadanos queremos celebrar unas navidades con la mayor normalidad posible y nuestros productos son la esencia de esas fiestas. Se puede consumir más turrón porque también habrá más vida en los hogares».

La almendra, en cotizaciones mínimas

Quienes no están tan felices ante la próxima Navidad son los productores locales de almendras. Una vez finalizada la recolección, AVA-Asaja califica la campaña de la almendra como «absolutamente desastrosa porque ha habido más plagas y enfermedades, más costes, menos producción y precios por los suelos». En ese sentido, Vicente Sanchis, delegado de AVA-Casinos y productor de este fruto seco, explica que la anomalía climática, con heladas en variedades tempranas y un exceso de humedad debido a las abundantes precipitaciones primaverales, han reducido la producción de los almendros en torno a un 50% respecto al año anterior. Además, «el hongo ‘Monilia’ ha debilitado los árboles y bajado los rendimientos», explica desde la localidad del Camp de Túria.

A pesar de la menor oferta disponible, las cotizaciones en origen han experimentando un desplome del 40% en la mayoría de las variedades, llegando al 50% en el caso de la ‘comuna’, al pasar de los 5,9 euros por kilogramo en 2019 a los 2,9 €/kg el pasado verano y a 3,25 €/kg este año.. Entre las causas que explican ese hundimiento de precios AVA-Asaja destaca el aumento de las importaciones de almendra procedente de California. Por eso, la organización agraria reclama a la industria agroalimentaria que prime la producción autóctona, que reúne mayores cualidades organolépticas. Asimismo, pide al Gobierno español y a la UE que aprovechen la reciente resolución de la OMC contra Estados Unidos para lograr la retirada de los aranceles o, en caso de no alcanzar dicho acuerdo, contrarrestar con aranceles del 25% a las almendras californianas.

También el productor de almendras Ricardo Beltrán, representante de la Unió de Llauradors i Ramaders, considera que la campaña de 2020 es «pésima». Destaca que la cosecha «no ha sido la esperada debido a los hongos y humedades pero sobre todo por las importaciones de Estados Unidos, cuyas ventas invaden muchos puertos europeos», lamenta. Ante la crisis de rentabilidad se detecta un interés creciente de los agricultores por introducirse en la producción de almendra ecológica. El precio en campo de la ecológica supera los 8 €/kg, es decir, más del doble que el cultivo convencional. Dice Beltrán que es una posible válvula de escape al desplome de cotizaciones.

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