Algunas de las grandes obras de Xàbia parecen gafadas. El auditorio parado y las obras de urbanización del polígono industrial ni siquiera han comenzado. Fueron adjudicadas a finales del año pasado y el Ayuntamiento no sabe nada de la empresa que ofertó el mejor precio. Así han pasado casi 12 meses y el proceso de contratación empantanado.
Tras intentar contactar con Oxandiano Empresarial para comunicarle que complete la documentación necesaria para iniciar las obras, el Ayuntamiento de Xàbia ha recibido la callada por respuesta. La última comunicación se produjo antes del verano y la empresa sigue “missing”. Ante esta situación, el gobierno local de acuerdo con las indicaciones de los técnicos municipales ha decidido dar un paso adelante y comunicar a la empresa que quedó en segunda posición en el concurso si mantiene su oferta y está en disposición de ejecutar las obras.
Se trata de la mercantil Mediterráneo de Asfalto y Obras, que ofreció un precio de 1,064 millones de euros.
En una resolución del pasado 6 de octubre, publicada este viernes en la plataforma de Contratación del Estado, la mesa de contratación formalizó la retirada de la oferta de Oxandiano Empresarial por falta de cumplimentación de los requerimientos municipales, que ni siquiera contestó, y la aplicación de una penalización del 3% del importe de la licitación – unos 26.490 euros - . Asimismo, se propuso la adjudicación del proyecto a Mediterráneo de Asfalto y Obras.
A partir de ahora se ha remitido a esta mercantil la propuesta de adjudicación de tal forma que en el caso que complete la documentación necesaria: presentar por ejemplo que está al corriente en sus obligaciones fiscales, entre otros, la Junta de Gobierno le adjudicará los trabajos.
El polígono industrial de Xàbia está previsto en un área junto a la carretera de Gata de Gorgos, donde precisamente hace unos meses la Conselleria de Obras Públicas construyó dos rotondas para el acceso a esta dotación fundamental.
Los trabajos consisten en la urbanización de un área de 26.000 metros cuadrados, lo que dejaría unas 12 parcelas para la instalación de industrias o servicios.
Sin embargo, este polígono arrastra un problema desde el principio, ya que no es de iniciativa pública. El Ayuntamiento sufraga la urbanización, pero aplicará canones de urbanización para su financiación posterior. Un procedimiento que podría lastrar la llegada de nuevas empresas, y que el Cercle Empresarial de la Marina Alta (CEDMA) ha criticado, ya que desde su punto de vista la promoción e impulso de los polígonos industriales debería hacerse desde el ámbito de lo público con el fin de convertirse en un polo atrayente de servicios y a la postre para generar puestos de trabajo no vinculados con el monocultivo de la comarca, el turismo.
