El Instagram de la sección de Fallas de Levante-EMV publicó meses atrás una imagen que, por poco conocida, ha impresionado a una gran cantidad de seguidores. Y que, con su visibilización, pasa a formar parte del imaginario de la fiesta.

A pesar de la cantidad de imágenes de Fallas que se difunden, cada vez más por las redes sociales, el documento gráfico es de los que estaban prácticamente descatalogados y ha llamado la atención por la espectacularidad del mismo. Tanto, que fue la primera en alcanzar una espectacular interacción con los seguidores, hasta el punto que más del 25 por ciento de los entonces seguidores en nuestra red social mostraron su agrado por la misma.

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Se trata de la caída del remate de la falla de la Plaza del Pilar de 1983, justo un instante antes de impactar en el suelo. La falla, "El Carnaval", estaba rematado por una figura de una mulata. La fotografía salió de la cámara del legendario fotógrafo Ramón Peris y congela el instante en la que la escultura, ya desfigurada por la acción del fuego, cae al suelo, apenas una décima de segundo antes de destrozarse al contacto con el suelo, ante la mirada de dos bomberos.

Ramón Peris es uno de los fotógrafos históricos de la fiesta fallera y en su archivo se guarda, además, la historia primigenia de la falla del Pilar, puesto que residía prácticamente al lado de la plaza. También fue fotógrafo oficial de la Junta Central Fallera. Una vocación profesional, la de plasmar la realidad a través del objetivo de una cámara, que continuó, y continúa, su hijo Ramón.

Para entender la fotografía hay que desplazarse a los años ochenta. En aquel momento no había aparecido todavía el "corcho blanco" y las fallas se realizaban con cartón y, en el caso de las más exigentes, con poliéster.

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El relato de quienes vieron la "cremà" en directo o a través de Televisión Española recuerdan que la figura, que estaba de pie sobre un pavo real, estuvo ardiendo durante bastantes minutos, resistiendo el acoso del fuego y que sólo con el paso de los minutos empezó a perder las facciones, aunque cayó al suelo todavía de cuerpo entero.

La imagen, al completo, con la mulata a punto de caer y una parte del pavo real todavía visible. Ramón Peris

La teoría imperante en aquella época era que los grandes volúmenes debían desaparecer ante la vista del público y, sólo cuando quedara ya muy poco, desplomarse. No fue el caso: el caballete central cedió mientras la mulata permanecía en pie, aunque ya deteriorada. La explicación puede estar precisamente en el uso del poliéster, que le daba más resistencia a la figura. En el momento de desplomarse aún era reconocible un pequeño fragmento del pavo real sobre el que se apoyaba el remate y hasta el antifaz que sostenía en la mano derecha. Por contra, la sombrilla que llevaba en la mano izquierda se había convertido ya en un esqueleto. De la figura como tal habían desaparecido prácticamente las facciones y, sobre todo, la policromía de su superficie y se aprecia una chimenea de humo blanco desde el interior por la cabeza.

El caso es que la cremà fue larga y espectacular. No fue "perfecta", porque la figura debía haberse consumido sin caer, pero eso hay que atribuirlo precisamente a la calidad del material, puesto que estuvo bastante tiempo ardiendo antes de colapsar la carpintería del cuerpo central.

Nada que ver con las fallas actuales de "corcho blanco" que han permitido unas formas escultóricas, unas facciones y una expresividad inimaginables no hace tanto tiempo, pero también la pérdida de la plasticidad de la "cremà", ya que la escultura desaparece envuelta en el humo negro. Pros y contras del progreso.

La falla al completo con sus elementos distintivos: la mulata y el pavo real. Justo debajo del árbol se puede ver el "ninot indultat"

La falla al completo con sus elementos distintivos: la mulata y el pavo real. Justo debajo del árbol se puede ver el "ninot indultat" Ramón Peris

"El Carnaval" fue primer premio de la Sección Especial ese año y suponía el estreno de Vicente Agulleiro en esta demarcación y completó su éxito rotundo con un primer premio de ingenio y gracia y el "ninot indultat", una figura de arlequín y bailarina que, gracias a la colaboración de Rafael Gallent, disponía de movimiento, mediante el que la bailarina giraba y se desplazaba. Esta falla fue la primera de un triplete de primeros premios que se prolongó hasta 1985, que Agulleiro aún enriquecería en esta demarcación con otro triunfo en 1987.

Ese año, la actriz y cantante Lina Morgan fue fallera de honor de la comisión y, de hecho, un ninot suyo formaba parte de las escenas. Posteriormente, incorporaría a su revista "¡Vaya par de gemelas!" un número musical titulado "Valencia en Fallas", cuyo decorado estaba formado por un perfil con el pavo real que componía ese cuerpo real.

Lina Morgan, ante su "ninot" en la falla, acompañada del histórico presidente Víctor Monzón. Ramón Peris

La mulata que protagoniza esta casi inédita foto tuvo también su debate porque su aspecto andrógino generó la leyenda urbana de si se trataba de un hombre. En una entrevista televisiva, Agulleiro aseguraba que se trataba de una mujer.

La mulata tuvo su particular leyenda urbana, al cuestionarse si se trataba realmente de un "mulato" Ramón Peris