La Audiencia de Barcelona ha condenado a penas que suman 3 años y 6 meses de prisión al activista independentista Adrián Sas por agredir a dos mossos d'esquadra durante unos altercados ocurridos ante el Parlament de Cataluña el 1 de octubre de 2018, durante una manifestación por el primer aniversario del 1-O.

La sentencia impone a Adrián Sas tres años de prisión por un delito de atentado y otros seis meses de prisión por un delito menos grave de lesiones. Asimismo, le condena a dos meses de multa con una cuota diaria de 12 euros por un delito leve de lesiones, y a indemnizar a dos mossos con 1.514 y 371 euros, respectivamente.

Sin embargo, la Audiencia absuelve a Sas del delito de desórdenes públicos del que también era acusado por el fiscal y la acusación particular ejercida por la Generalitat.

Los hechos ocurrieron el 1 de octubre de 2018 a las puertas del Parlament, cuando un grupo de manifestantes independentistas lanzó objetos contra la línea policial de los Mossos d'Esquadra y movieron las vallas de protección para acceder a la cámara catalana.

El tribunal considera probado que Adrián Sas golpeó con un palo de madera a uno de los mossos en la barbilla, con lo que le causó una herida que requirió varios puntos de sutura, y de haberle agredido de nuevo posteriormente en la mano. Además, también golpeó a otro mosso en el casco que llevaba en la cabeza.

El juicio provocó una polémica política, pues la Generalitat desoyó a los grupos soberanistas del Parlament y mantuvo durante la vista sus peticiones de prisión para este manifestante independentista.

Una semana antes del juicio, en una iniciativa conjunta, los partidos soberanistas del Parlament (JxCat, ERC, Comunes y la CUP) instaron a la Generalitat a retirarse como acusación particular en la causa contra este manifestante.

La consellera de Presidencia, Meritxell Budó, justificó la actuación del abogado de la Generalitat en el juicio contra Adrián Sas aduciendo que intentó pedir el aplazamiento de la vista en busca de un "acuerdo", pero que la defensa lo rechazó.

En el juicio, el acusado y ahora condenado solo contestó a las preguntas de su abogado y negó cualquier relación con las agresiones a los policías.