La patronal del automóvil Anfac agrupa los intereses de un sector con 17 factorías en España que produjeron 2,2 millones de unidades durante 2019, lo que sitúa al país como el segundo productor del continente europeo, tan sólo por detrás de Alemania (4,6 millones), y 9º del mundo. Estas compañías y las diferentes marcas que operan en España, entre estas la de Ford Almussafes, canalizan casi la mitad de sus tráficos de importación e importación a través del transporte marítimo. El negocio de la automoción es uno de los principales clientes de los grandes recintos al gestionar algunas de sus principales terminales de mercancías, donde reclaman mejores conexiones ferroviarias así como servicios de estiba y desestiba cuando los buques atracan en sus muelles.
Así lo refleja el informe Valoración de la Logística 2019, elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones. Los fabricantes de automóviles proponen avanzar en «la automatización de procesos dentro de los puertos y la implantación de nuevas tecnologías». Además, reconocen la necesidad de potenciar la conectividad ferroviaria y de accesibilidad para trenes de mayor longitud, así como más flexibilidad de servicios de carga y descarga prestados en las terminales. Además, «la irrupción de nuevas tecnologías de motores alternativos y de cero emisiones hace necesario que tanto los puertos como su personal estén preparados y formados para su correcta manipulación», explica el citado análisis de la patronal Anfac, presentado esta semana a Puertos de Estado (Ministerio de Transportes).
Entre las siete Autoridades Portuarias incluidas en el informe de Anfac (Barcelona, Málaga, Pasajes, Santander, Tarragona, València y Vigo), movieron más de 3 millones de vehículos en 2019, vuelve a destacar el emplazamiento cántabro, que es el mejor valorado por las firmas automovilísticas. Estos grandes enclaves aglutinan el 90 % del tráfico marítimo de los puertos españoles.
La encuesta de valoración de servicios portuarios destaca la posición de Pasajes, Vigo y Tarragona. Este último gana en puntuación por segundo año consecutivo y se coloca por delante del puerto de Barcelona, líder en movimiento de vehículos con 710.511 unidades, y del segundo, el Puerto de València con 583.255 unidades.
En líneas generales la valoración global correspondiente al año 2019 de los puertos es satisfactoria, ya que obtienen 4,1 sobre 5 puntos. Según el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, la situación del sector del automóvil «pone en evidencia la importancia del transporte marítimo para el sector y debe ser un acicate para seguir avanzando en los servicios que prestamos».
En su opinión, «los avances en la digitalización y las mejoras en conectividad, sobre todo ferroviaria, que estamos acometiendo en los puertos nos permitirán agilizar los procesos de gestión y manipulación, redundará en una mayor eficiencia y productividad del sector. Aunque queda aún mucho por hacer», reconoció Toledo.
Por modos de transporte, el marítimo es sin duda el más demandado al acaparar el citado 45,3% del total, le sigue la carretera con el 40,9% y por último el ferrocarril, con el 13,7%. Como consecuencia del impacto de la covid-19 durante los ocho primeros meses del año 2020, en las siete puertos incluidas en el estudio se manipularon 1,26 millones de vehículos, que representa un descenso del 34 % respecto al mismo período del año anterior.
El emplazamiento que toma la delantera en infraestructuras es el barcelonés. Gobierno central, Generalitat y Puerto de Barcelona firmaron esta semana un protocolo para los nuevos accesos viarios y ferroviarios del enclave catalán. La firma de este acuerdo supone un primer paso para conectar las mercancías del puerto con los trenes pero no cuenta por el momento con una dotación económica ni un calendario de obras.
