El Circuit Ricardo Tormo coronó a otro campeón del mundo, quizá el más especial, pues viene a cerrar el círculo desde la Cuna de Campeones donde Joan Mir empezó a brillar. El mallorquín, vencedor hace una semana en el GP de Europa, aseguró el título para Suzuki con un séptimo puesto en el GP de la Comunitat Valenciana, a falta de la carrera de este domingo en Portimao, aunque sin público debido a la pandemia del coronavirus.

Una imagen extraña, la de Cheste completamente vacío, que no impidió que Joan Mir celebrara el campeonato con lágrimas de emoción bajo el caso, con camiseta en su honor, y luego en el podio junto a Davide Brivio, tras una carrera en la que Franco Morbidelli salió desde la pole, posición que no abandonó ni siquiera cuando Jack Miller le atacó en la última vuelta, llegando a ponerse por delante en un par de curvas. Junto al australiano y el italiano subió al podio el español de KTM Pol Espargaró.

Joan Mir partió ayer desde la duodécima posición en parrilla, y desde la segunda curva ya era virtualmente campeón. Fabio Quartararo, undécimo, se coló antes de la curva Doohan, entre Viñales y el propio Mir, y aunque salvó la caída, acabó relegado a la última posición. Trató de remontar, pero después de varios giros, el francés se cayó a 19 vueltas del final.

Mientras tanto, Joan Mir rodaba tranquilo en un grupo en el que adelantó a Aleix Espargaró y se benefició de las caídas de Zarco y Nakagami, que le situaron séptimo mediada la carrera, una posición que ya no abandonó, ampliando cada vez su margen de puntos hacia el título. Álex Rins, su compañero en Suzuki, acabó cuarto, por delante de Brad Binder y Miguel Oliveira. Andrea Dovizioso y Maverick Viñales, con remotas posibilidades al inicio de la prueba, finalizaron octavo y décimo respectivamente.

Joan Mir es el segundo piloto balear y el cuarto español que se corona en la categoría reina del motociclismo, después de que lo hicieran Álex Crivillé, Jorge Lorenzo y Marc Márquez. El de Suzuki, marca que gana un campeonato del mundo de MotoGP 20 años después, encendió la traca kilométrica con la que Cheste celebró el decimoséptimo título que proclama desde 1999, primer año en que el trazado valenciano estuvo en un Mundial que cierra desde 2002, con la única excepción de esta temporada.

Con una sola victoria, a falta de Portimao, y seis podios más, Joan Mir es el campeón del mundo de MotoGP con menos triunfos, algo que podría evitar en Portugal, en cuyo caso igualaría las dos victorias del malogrado Nicky Hayden cuando le arrebató en 2006 el título en Cheste a un Valentino Rossi que llegaba líder. Joan Mir, en el Mundial desde 2016, fue campeón del mundo de Moto3 en 2017, antes de subir a Moto2, y está con Suzuki en MotoGP desde 2019.

Marc Márquez y Jorge Lorenzo fueron de los primeros en felicitar por las redes sociales a Joan Mir, que se inició en las motos por convicción con 10 años, primero en la escuela de Chicho y luego en la Federación balear, antes de dar el salto a la Cuna de Campeones, donde ganó en 2011 en la difícil XL 160 y en 2012 en Pre GP 125. Luego la Rookies Cup, y los primeros escarceos con el FIM CEV de la mano de Julián Miralles y la Cuna. Hasta que en 2016 el Leopard le llevó a su primer Mundial completo de Moto3. Fue el mejor rookie y al año siguiente ganó el título. En MotoGP también ha tardado dos años en ganar.

«No sé si reír o llorar, me siento muy feliz, porque cuando vas persiguiendo un sueño toda tu vida y al final lo consigues no eres capaz de asimilarlo a la primera. Era nuestro objetivo a largo plazo, pero ha llegado en el segundo año, no tengo palabras», admitía ayer en Cheste Joan Mir, nacido el 1 de septiembre de 1979 en Palma de Mallorca y cuyo ídolo es Rafa Nadal pero también Valentino Rossi. Talento, humildad y trabajo fue lo que le inculcaron desde pequeño sus padres, Juan y Ana, seaparados cuando solo era un niño pero presentes ayer en Cheste, tanto a él como a sus dos hermanos. Tras saltar de un domicilio a otro, a los 20 años, tras ganar el Mundial de Moto3, se marchó a vivir a Andorra, como tantos otros pilotos, compartiendo casa con su novia Alejandra, la hermana de esta, Claudia, y sus perros Dakota, Kirby y Bruno.