Es la hora de la verdad. Ocho días después del desastre de San Mamés, el Levante UD vuelve a jugar y el del Celta ya es un partido con aroma a final; a 26 de octubre. La Cerámica albergará un duelo directo entre dos equipos en horas bajas, que suman tres derrotas consecutivas sin ver puerta y que están en los puestos de descenso. La situación preocupa, pero en Orriols prefieren mantener la calma. «Entiendo a la afición, pero todavía quedan 96 puntos por disputarse», dijo Paco López el pasado sábado.

El técnico reconoció que en Bilbao todo fue «rematadamente mal», pero la plantilla también lo sabe y conscientes del peligro de quedar descolgados de rivales directos (da igual la complejidad del calendario o que ya se haya jugado contra Sevilla, Real Madrid o Valencia entre otros), el mejor ejercicio de autocrítica sería dar esta noche un golpe sobre la mesa en Vila-real. De este modo se hundiría aún más a un competidor por la permanencia (ahora mismo) y se reforzaría la moral del equipo y del levantinismo.

Hay que ganar y la hoja de ruta a seguir está clara en el vestuario tal y como explicó Paco, que lleva trabajando el aspecto psicológico las últimas semanas por si llegados a este punto el calendario pasaba factura. El técnico prefiere tomar el camino «fiable» y considera que el cambio de dinámica tiene que llegar con «trabajo» y «persistencia». Por ello su cuerpo técnico no saca las conclusiones en base a los resultados, sino al rendimiento colectivo y a la imagen del equipo.

Tras la leída de cartilla del lunes, se ha trabajado durante toda la semana para minimizar los errores, que ya se ha visto se pagan muy caros en Primera División, y también para poner a punto la artillería granota. Falta gol y también contundencia defensiva. Por suerte, el guardameta Aitor Fernández regresa a la portería tras su ausencia el último compromiso por haber perdido a su padre.

El que seguro no estará será Nikola Vukcevic, con una rotura muscular en el aductor que le tendrá fuera unas tres semanas, y falta ver si Bardhi, que apenas entrenó esta semana por una distensión en el ligamento lateral de su rodilla, suma minutos. Paco López lo incluyó en la lista, pero tiene distintas opciones para formar en la medular, donde Malsa y Campaña parecen ahora mismo indiscutibles pese a que el internacional completara un partido muy discreto el domingo.

El técnico ya avisó sobre la posibilidad de hacer algún cambio en el once o incluso apostar por un sistema diferente. En éste podría utilizar, vista la falta de gol del equipo, a dos delanteros (Morales y Roger) y renunciar al 4-2-3-1 con El Comandante como única referencia y Melero desde la segunda línea.

En Balaídos también existe urgencia por ganar y curiosamente el contexto es parecido. El equipo de Óscar García, que no podrá estar en el banquillo de La Cerámica por sanción, ha jugado bien en algunos tramos del curso, pero no han acompañado los resultados. Por si fuera poco, el conjunto celeste afronta la cita sin lateral derecho ya que tanto Hugo Mallo como Kevin Vázquez están lesionados.

Las complicaciones también se trasladan al centro de la zaga, donde el indiscutible Aidoo sigue aislado en su domicilio después de dar positivo en coronavirus. Óscar García repite la línea de cinco atrás que tan buen rendimiento ofreció en el primer tiempo contra el Atlético. El canterano Sergio Carreira y Olaza ocuparán los laterales, mientras que Murillo, Araújo y Fontán el eje de la defensa. Tapia y Fran Beltrán pueden formar el doble pivote, Denis Suárez el enganche y en ataque se espera que Nolito acompañe a Aspas.