los que saben de fútbol dicen que la liga es el campeonato de la regularidad. Si lo dicen los que saben tendrán razón. Argumentan que después de disputados todos los partidos que conforman el calendario, cada cual está en el lugar que se ha ganado en el devenir de toda la competición. Aquí nadie regala nada. Te lo tienes que hacer tu todo, para bien o para mal.
Digo esto porque los seguidores levantinistas están un tanto cansados de la marcha de su equipo. No anda mal en la clasificación, es cierto. Tiene 32 putos, está a 10 de las plazas del descenso, pero las actuaciones del conjunto azulgrana les rompen todos los esquemas. Es un equipo desconcertante. Igual le gana al Barcelona o al Real Madrid, que después pierde, dando una imagen nada buena frente a equipos que se están jugado como él la permanencia.
El otro día frente al Eibar demostración palpable de lo comentado unas líneas antes. Tan solo compitió los primeros veinte minutos. Fue encajar el primer gol y ya no existió sobre el terreno de juego. Eso sucede demasiadas veces. Una pena, porque si los de Paco López hubieran tenido la regularidad que se debe tener, estaría mucho más arriba en la tabla y con los deberes de mantener la categoría hechos. Es solvente en su terreno. Fuera de casa está dejando mucho que desear. Los problemas están siendo los mismos jornada tras jornada. En defensa, que no la defensa, en un equipo todos tienen la obligación de atacar y defender, no andan finos. A balón parado encaja demasiados goles y esa rémora al final cuenta. Ahora lo que hay que hacer es conseguir los ocho o diez puntos que hacen falta para estar tranquilos cuanto antes, pero para eso tiene que primar la regularidad que no se ha tenido.
