Tírig es un municipio del Alt Maestrat. Situado al noreste de la de la comarca, el término municipal limita al norte con Sant Mateu y Xert, al sur con les Coves de Vinromà y Albocàsser, al oeste con Catí y al este con la Salzadella. Situado en las proximidades del Barranco de la Valltorta, Tírig es conocido por acoger una de las muestras más destacadas de arte rupestre del Arco Mediterráneo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1998. Parte de su término municipal está incluido en el Parque Cultural de la Valltorta-Gassulla, un paraje del Maestrat que concentra importantes valores culturales y ecológicos, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2016.
Tírig se encuentra integrado en un paisaje singular, marcado por una agricultura de secano propiciada por su clima templado y cálido. La temperatura media en enero es de 7 grados y en agosto, su mes más caluroso, de 23 grados. Abundan olivos y almendros que, junto con la ganadería, constituyen la base económica del municipio. Situada en un entorno rural, se hallan masías y muestras de la arquitectura tradicional de piedra en seco, típica del Maestrat, como casas de campo y corrales para el ganado.
Conquistada en el reinado de Jaume I, esta localidad fue señorío de Blasco de Alagón, quien otorgó en 1238 la primera carta puebla al lugar de Tírig a Joan de Brusca, su mujer Berenguera y a los suyos. Hoy, el municipio cuenta con 419 habitantes, cifra que representa un tercio de los 1.219 habitantes que había en el año 1950. Se trata de uno de los municipios que más ha acusado el éxodo de sus habitantes a ciudades y a municipios más grandes.
El núcleo urbano de Tírig presenta un diseño urbano en forma de cuadrícula que compone una gran manzana con casas pintorescas y otras revestidas de piedra natural. De su castillo apenas quedan lienzos de su muralla que se observan en algunas de sus casas.
En su casco urbano, destaca la iglesia parroquial del Pilar (siglo XVIII) situada en la Plaça del País Valencià. Este monumento religioso de estilo barroco destaca por sus lienzos del siglo XVIII que hay en su interior y su peculiar reloj de sol en el que están representados los signos del zodíaco.
En el entorno del casco urbano se encuentra la Ermita de Santa Bàrbara del siglo XVII, a la cual se accede a través de un sendero. Sobre una loma, presenta planta rectangular y de nave única. Anualmente se celebra una romería el 4 de diciembre, en la que se reparten los «pans de Santa Bàrbara».
Pinturas rupestres del Barranc de la Valltorta.
El Barranc de la Valltorta se encuentra en los términos municipales de Tírig, Albocàsser y les Coves de Vinromà. Se trata de un paraje que reúne importantes valores culturales y ecológicos. Marcado por su orografía escarpada, se hallan en sus paredes cavidades que contienen valiosas pinturas rupestres pertenecientes al neolítico, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En Tírig se encuentran tres cavidades con destacadas representaciones y vestigios localizados al sur de su núcleo urbano: la Cova dels Cavalls, la Cova del Civil i l’Abric del Mas d‘en Josep.
La Cova dels Cavalls fue declarada Monumento Histórico-Artístico el año 1924. Descubierta por Albert Roda, fue el primer conjunto de arte rupestre descubierto en el Barranc de la Valltorta. Destaca una de las pinturas más importantes del arte rupestre: una escena de gran realismo que representa una cacería de ciervos en la que estos huyen y son heridos por las flechas de los cazadores.
La Cova del Civil está compuesta por un conjunto de tres abrigos, donde se hallan pinturas esquemáticas y motivos levantinos. De todas las representaciones, destacan un caballo galopando, y dos escenas de danza. Una de esas dos escenas representa una de las acciones más elaboradas de la Prehistoria peninsular, en la que se muestra, en un espacio de 4 metros, decenas de arqueros lanzándose flechas.
L’Abric del Mas d‘en Josep está formado por dos cuevas que reúnen un total de 25 representaciones. En ellas se hallan diversas imágenes de caza que se encuentran en peor estado de conservación que las representaciones de las otras dos cuevas.
Debido a la relevancia de estos hallazgos, en el año 1994 se creó el Museu de la Valltorta con la misión de conservar, estudiar y divulgar el arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Comunitat Valenciana. Se trata del único museo de arte rupestre del territorio valenciano. Situado a 500 metros del Barranc de la Valltorta, el museo cuenta con un laboratorio y una biblioteca dedicados al estudio del Arte Rupestre de la zona, almacenes y cinco salas de exposición. Una de las cinco salas es permanente y muestra cronológicamente desde representaciones pertenecientes al arte prehistórico hasta las más modernas. En el resto de las salas se exponen reproducciones de las cuevas del Barranc de la Valltorta y réplicas a escala de algunas de sus escenas. En total, el museo dispone de casi 400 muestras de arte y utensilios que abarcan desde el Paleolítico superior hasta la edad del Bronce. Sin duda, se trata de un tesoro para los científicos y amantes del arte rupestre que podrán conocer los modos de vida del ser humano prehistórico.
La agricultura, que es el alma de la población, nunca pudo ser considerable, porque el término aunque de dos horas de diámetro, es muy quebrado, y no pocas veces sin tierra
Desde el museo se realizan diversas rutas guiadas para visitar el conjunto de pinturas que se hallan en el Parc Cultural de la Valltorta–Gassulla. En los últimos años el museo ha implementado el uso de las nuevas tecnologías para mejorar y hacer más visibles y accesibles las visitas a estos yacimientos.
En definitiva, Tírig es un municipio situado en un paisaje rural y humanizado con importantes valores culturales que está sufriendo la despoblación como otros pequeños municipios del interior valenciano. Se trata de una localidad que atesora valiosas muestras de vida de unas sociedades que se asentaron durante años en estas tierras y que sin duda forman un destacable atractivo turístico para el visitante.
