Las proyecciones de la Sección Oficial a concurso de la 35 edición de Mostra de València se iniciaron ayer con la película ‘Mosquito’, del portugués João Nuno Pinto. Cinta que es la candidata de Portugal a la categoría de Mejor Película Iberoamericana en la 35 edición de los Premios Goya. ‘Mosquito’ se inspira en hechos reales y está ambientada en 1917, durante la Primera Guerra Mundial y narra el viaje al corazón de las tinieblas de un joven que se alista en el ejército en busca de gloria y se encuentra con el infierno de las colonias portuguesas en África.

Durante la rueda de prensa de presentación de la película, el director señaló que se inspiró en la historia de su abuelo en África. «Sin embargo, poco se sabe de lo que sucedió durante su largo y solitario viaje. Aquí es donde entra la ficción, la fabulación y el significado que pretendo darle a la narración», explicó Pinto. En una película bélica que se centra más en la experiencia individual que en la recreación histórica. «Quería entender mi pasado y los orígenes de mis raices africanas».

A lo largo de su historia, «nos enfrentamos al horror de la guerra y al sometimiento de los pueblos africanos por parte de los europeos a través del dominio colonial», explicó el realizador. «Lo que pasó en África fue otro Holocausto, llevado a cabo por los imperios europeos en ese momento». El director luso ha querido con este trabajo ponerse en la piel del otro contando un episodio histórico que se ha borrado de los libros de Historia en Portugal: la colonización durante la Primera Guerra Mundial en África. «Lo que nos obliga a reflexionar sobre un período mucho más largo que fue nuestro derecho para subyugar y ‘civilizar’ a otros pueblos que convenientemente considerábamos inferior», señaló ayer Pinto.

Una experiencia catártica

Por la tarde, y desde Kosovo, llegó a la Sección Oficial de Mostra de València, ‘Zana’, ópera prima de Antoneta Kastrati. Una mirada novedosa sobre el conflicto de los Balcanes, que recurre de manera puntual al elemento fantástico para reflexionar sobre el horror de la guerra.

‘Zana’ es una historia de ficción que, según explicaron tras la proyección los productores de la película Miguel Govea y Brett Walker, está inspirada en «las experiencias de la directora durante y después de la guerra de los Balcanes, en la que perdió a su madre y a su hermana». De ahí surgen los temas de fondo y las preguntas de la película. «Fue toda una experiencia catártica para la directora», indicaron.

Ambientada en un pequeño pueblo de Kosovo, la historia sigue a Lume, que vive con su esposo y su suegra. Lume está bajo constante presión para quedarse embarazada, especialmente por parte de su suegra, quien amenaza con «reemplazarla» con una posible esposa más joven y ansiosa que traerá a sus nietos.