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La primera toga fue valenciana

El ICAV dedica una exposición y un documental a la primera mujer abogada de España, Ascensión Chirivella

La primera toga fue valenciana |

La primera decana y la vicedecana del Ilustre Colegio de Abogados de València (ICAV), Auxiliadora Borja y Ángeles Coquillat, han recuperado la figura de Ascensión Chirivella Marín, la primera mujer en toda España que logró licenciarse en derecho y ejercer como abogada. Una exposición en la sede del ICAV y un documental recordarán los pasos de esta mujer pionera a la que la Guerra Civil y luego el exilio truncaron su trayectoria como letrada.

Chirivella Marín nació el 28 de enero de 1893 «en la calle Na Jordana 41 en el seno de una familia acomodada, hija de un afamado procurador de los tribunales de València Manuel Chirivella Meseguer y de Ascensión Marín García, natural de Segorbe», recuerdan los colaboradores de Levante-EMV Paco Gascó Ferrer y Pilar Martínez Olmos en «Verum Valentia».

Una excelente alumna

Ascensión Chirivella fue «una excelente estudiante. En 1906 aprobó el examen de ingreso en el Instituto General y Técnico de València, actual Institut Lluís Vives. En 1910 terminó sus estudios de bachiller con 11 sobresalientes, dos matrículas de honor y 4 notables». A partir de ahí empezó una prolífica carrera universitaria: El 12 de junio de 1915 fue la primera licenciada en Filosofía y Letras en la Universitat de València. Compatibilizó los estudios de Historia con los de Pedagogía en la Escuela Normal de Maestras en la calle de la Sangre de València.

Los estudios de Derecho los inició en 1918 en la Universidad de Murcia, donde cursó dos años de la carrera que finalizó en la Universitat de València. El 18 de enero de 1922 pudo jurar su cargo como letrada, lo que la convirtió en la primera abogada de toda España. Su petición causó debate, según explicó ella misma en un un discurso en la Universidad Literaria de València, el 15 de diciembre de 1935: «Cuando quise colegiarme y hube de cumplir con el requisito de toma de posesión, se puso sobre la mesa de la Sala de Gobierno de la Audiencia de València, si a esos efectos se me consideraba mujer o varón, y después de varios días de largas meditaciones, se impuso el espíritu antifeminista del Código, y la Sala resolvió y me comunicó por medio del Fiscal, que yo a los efectos profesionales era varón».

Su jura como abogada también se celebró en una iglesia, lo que planteó la disyuntiva de si debía entrar con la cabeza cubierta, como mujer; o con el birrete en la mano. «Entró como abogado», contó su hija, Blanca Pascual-Leone Chirivella, ya fallecida, en el homenaje que el ICAV rindió a su madre el 25 de junio de 1998. La guerra civil y el exilio a México, truncaron la carrera de juristas tanto de Ascensión Chirivella como de su marido Álvaro Pascual-Leone, ya que su condición de foráneos les impedía ejercer como abogados.

La historia de Ascensión Chirivella y su condición de primera abogada en España (mérito que se atribuía durante años a Victoria Kent o Clara Campoamor) pudo conocerse primero gracias al abogado canario José Santiago Yanes Pérez y ahora gracias a Almudena Verdés y Jose María Villagrasa, directora y guionista de «La primera toga», el documental dedicado a Asunción Chirivella. Según Villagrasa, «si ésta hubiese estado en Madrid, hubiese tenido una preeminencia que no tuvo por estar en València».

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