Padres y madres agolpados en las vallas de campos de fútbol y polideportivos. Fue una estampa habitual ayer en los múltiples recintos deportivos de toda la Comunitat Valenciana. ¿El motivo? Desde ayer, según la última resolución aprobada por la Conselleria de Sanidad para combatir la propagación de la Covid-19, las competiciones deportivas se pueden celebrar, pero sin público. No puede entrar nadie en la instalación ajeno a los participantes en la propia actividad deportiva. Sin embargo, esta medida no fue óbice ayer para que muchos padres y madres se las ingeniaran -como ya venían haciendo en municipios en los que sus ayuntamientos ya habían prohibido la presencia de público- para poder ver jugar a fútbol a sus hijos e hijas.

Hay instalaciones -como la de la imagen, en el Cabanyal- en las que los progenitores no lo tenían difícil y, directamente, a través de la valla podían seguir las evoluciones de sus pequeños, pero en otros incluso se ha visto cómo llegan a usar escaleras para evitar los muros que rodean el terreno de juego.

Fuentes de distintos de clubes de fútbol base han mostrado su malestar por esta nueva restricción, ya que consideran que los padres y madres van a ir igualmente a los partidos, aunque el club se lo desaconseje, y apuntan que en determinados campos, para poder seguir el partido, van a estar más juntos en el exterior de las instalaciones -con un mayor riesgo de contagio- que dentro del recinto. Algunos también argumentan que ya han recibido amagos de algunos progenitores que amenazan con que sus hijos abandonen el equipo ante esta circunstancia, sobre todo en el caso de algunos clubes que deben recorrer varios kilómetros para jugar con sus rivales.

La semana pasada ya empezaron las competiciones oficiales de fútbol 8 de los más pequeños en Castelló, mientras que la próxima lo harán en València y Alicante.