La hostelería valenciana ha encajado con resignación el inminente establecimiento del toque de queda anunciado el jueves por la noche por el president de la Generalitat, Ximo Puig. Lo entienden como el mal menor para el sector, que ha visto como en otras autonomías la mala deriva de la pandemia ha provocado nuevos cierres de bares y restaurantes por decreto, con el objetivo de contener el crecimiento de contagios.

Así lo aseguró ayer la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo (Conhostur), que solicitó que la norma tenga un «carácter preventivo para frenar la evolución negativa de la pandemia», pero a la vez exigió que esté «ajustada a un horizonte temporal y con el objetivo prioritario de evitar el cierre de la actividad de la hostelería». El objetivo, reconocían ayer desde la confederación, es «salvar» la campaña de Navidad, aunque rechazaron poner fechas mientras no sea oficial.

Conhostur calificó las clausuras de la actividad en el sector, como las decretadas recientemente por el Govern catalán, como «totalmente injustas, desproporcionadas y sin ningún rigor», ya que, según la patronal, el sector supone un «escaso porcentaje» del total de contagios —lo cifra en el 3,5 % del total nacional— y reclaman que no se reproduzcan en la Comunitat Valenciana, ya que pondría en jaque la viabilidad de muchos negocios.

En cualquier caso, los hosteleros lamentaron que el toque de queda, pese a ser lo mejor dentro de lo malo, «supondría un recorte más en el horario de la hostelería», que actualmente ya tiene un horario de cierre obligatorio y de implantarse esta nueva restricción, este se adelantaría una hora, de la 1 de la madrugada actual a la medianoche. Por eso, prevén que afecte a los servicios de cena, pero solicitan compresión al cliente y que se «reeduquen los hábitos de consumo» para adaptarse a la modificación horaria.

Cinco millones en riesgo

Las previsiones lanzadas ayer por la Coordinadora de Barrios de València fueron mucho más negras. La asociación cifró el impacto económico del toque de queda en 5,5 millones de euros en toda la Comunitat Valenciana, y de un millón en la ciudad de València.

Aseguraron en un comunicado que es un «nuevo varapalo» para el sector, que ya está asumiendo caídas de su facturación por encima del 50 % con respecto al año anterior. El colectivo cifra en 160 euros al día la media de las pérdidas de cada local por cada hora que se reduce su horario.

Por otra parte, la patronal hotelera Hosbec se mostró más benevolente con el posible toque de queda anunciado por Ximo Puig, el cual calificó como «proporcionado y positivo» en cuanto está orientado a evitar el «mal mayor», lo que en opinión de Hosbec sería el confinamiento total de la población. Así, defienden que la «prioridad» es «controlar el virus», ya que una vez esto suceda, «la economía funcionará y la normalidad volverá».

Asimismo, admiten que la restricción no tiene impacto directo en su sector, ya que «de 0.00 a 6.00 horas es un horario que no afecta mucho y quizá sirva para evitar otras cosas», remató Hosbec en un comunicado.

Durante septiembre, el turismo valenciano perdió 16.600 potenciales clientes cada día. La Comunitat Valenciana recibió el mes pasado a medio millón menos de viajeros que en el mismo periodo de 2019, lo que se ha traducido en un descenso de más de dos millones de pernoctaciones en establecimientos hoteleros en este plazo de tiempo, según el informe sobre la Coyuntura Turística Hotelera difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El cerrojazo al turismo internacional es la principal causa de este desplome, que viene a culminar un verano negro para el sector derivado de las restricciones sanitarias por la pandemia. De los 348.189 personas que visitaron la Comunitat en septiembre, 292.492 eran residentes en España y solo 55.697 lo hacían en el extranjero. Así, la caída del turismo nacional se sitúa en el 37’8 % mientras que la del foráneo se desploma hasta el 85’8 %. En 2019, el total de turistas recibidos en el último mes de la campaña veraniega fue un 60 % superior: 862.775.

Estas cifras dejan apenas un 30 % de ocupación hotelera en septiembre en la Comunitat. Un dato catastrófico para el sector, especialmente si se tiene en cuenta que según las estimaciones del INE este mes hay 902 establecimientos abiertos frente a los 1.102 que estaban activos hace un año, si bien es la cuarta autonomía con mayor ratio de ocupación, por detrás de Cantabria, Asturias y Ceuta, territorios con menor peso específico del sector. Con todo, uno de cada cuatro hoteles cerrados en España (800 según el informe) es valenciano.

Con todo, uno de cada diez turistas españoles eligió la Comunitat Valenciana como destino, un punto por encima de 2019. El turismo nacional está sosteniendo al sector, aglutinando un 84 % del total de visitantes. Pese al desplome del internacional, la Comunitat ha captado al 9,3 % de extranjeros frente al 6,2 % de 2019.

La C. Valenciana perdió 16.000 turistas al día durante septiembre

La autonomía se deja 500.000 visitantes y dos millones de noches de hotel respecto a 2019

M L B. valència

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