El toque de queda anunciado de ya para ya por el Consell vendrá «reforzado» por nuevas medidas restrictivas que ni el president de la Generalitat, Ximo Puig, ni la consellera de Sanidad, Ana Barceló quisieron el jueves adelantar. De sus palabras solo se pudo colegir que irían encaminadas a controlar, aún más, esas reuniones sociales con familia y amigos por donde se escapan el 67 % de nuevos contagios.

Si la Conselleria de Sanidad se guía por el nuevo documento de alertas consensuado el jueves en la reunión entre comunidades y el Ministerio de Sanidad —y que busca tomar las mismas medidas en territorios con el mismo nivel de riesgo—, Barceló podría reducir aún más los aforos en la restauración, los comercios y otras actividades que ahora están al 75 %. Aunque desde la Administración autonómica no se han pronunciado todavía, un primer análisis mantendría por ahora a la C. Valenciana en un nivel de riesgo medio —aunque creciendo rápidamente hacia un nivel de alerta 3 o alto— lo que permitiría a Sanidad endurecer todavía más las medidas anticovid que están en vigor desde junio.

Así, según el documento, en un nivel de alerta 2 o medio, casi todos los aforos que hoy por hoy están al 75 % en la C. Valenciana deberían bajar al 50 %, por ejemplo en ceremonias en espacios cerrados y lugares de culto, donde ahora permiten estar al 75 % del aforo máximo. En los centros de mayores como hogares del jubilado también habría que rebajar este aforo.

Sin barra en los bares

En los bares y restaurantes, el documento reduce al 50 % el aforo en el interior, permite grupos máximos por mesa de seis personas y prohíbe el consumo en barra. Estas tres limitaciones serían más restrictivas con respecto a las que hay ahora que sí permiten el consumo en barra siempre que haya distancia de 1,5 metros entre usuarios, por ejemplo y los grupos máximos por mesa se limitan a 10.

El aforo también sería de la mitad en comercios, academias y autoescuelas o congresos y zonas comunes de hoteles y alojamientos turísticos, por ejemplo, cuando ahora se permite un 25 % más.

La normativa marca también «recomendaciones» para el nivel 2 como quedarse en casa y relacionarse solo en burbujas sociales estructuradas en grupos de convivencia estable, GCE, lo que significa relacionarse solo con convivientes y con otros grupos pero de forma estable, y limitar viajes no esenciales, además de fomentar al máximo el teletrabajo.

Las CC AA pueden decidir

Con todo, el documento es flexible y deja en manos de las comunidades autónomas tanto la adopción de medidas como la decisión de qué unidades territoriales se toman en consideración para marcar los niveles de alerta, por lo que Sanidad podría tomar medidas de un nivel en unas zonas y de otro nivel en otros. Con todo, y pese a que el jueves, la C. Valenciana «encajaba» en el nivel 2, los valores epidemiológicos están ahora más cerca del nivel 3 que endurece las restricciones: reuniones de un máximo de 6 personas en todos los ámbitos, cierre de establecimientos no esenciales a las 23 horas, aforos limitados al 30 %, cierre del interior de bares y cerrar hogares del jubilado.

Los indicadores valencianos empeoran hacia el nivel 3

La Conselleria de Sanidad no se ha pronunciado oficialmente sobre en qué nivel de alerta debe situarse la C. Valenciana pero la realidad de los datos epidemiológicos está empeorando tan rápidamente que de un nivel de alerta media o 2 en el que se situaba la C. Valenciana el jueves por la noche, ayer ya se estaba al borde de cumplir con los indicadores de un nivel 3 sobre todo por el aumento de la incidencia acumulada de casos al pasar en un día de 142 por 100.000 habitantes en 14 días a los 153 , saltando el límite de los 150. Si la ocupación de camas hospitalarias por covid-19 sube del 7,62 % actual y traspasa la barrera del 10 % se entraría en el nivel de alerta alto o 3.