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Moción contra las autonomías

La ultraderecha califica a los entes autonómicos de "delincuenciales", "un virus" que "desvalija" España y un "ariete contra la unidad y la convivencia", mientras Sánchez replica que lo patriótico es "legar un país en concordia"

Vista del hemiciclo del Congreso de los Diputados, ayer, desde unos escaños de Vox.

«España es una empresa de demoliciones». Es una de las tantas frases atribuidas a Manuel Azaña. Poco importa si realmente la dijo, lo que importa es lo ajustada a la realidad especialmente en un día como el de ayer. La recordó en la tribuna la diputada Ana Oramas (Coalición Canaria).

Es curioso. Casi se podría interpretar como una paradoja. Pero no. Quizá es la razón de la teatral jornada de ayer: en el Parlamento español más fragmentado de la etapa moderna en España, nunca las autonomías fueron tan denostadas. Y frente a ese discurso contra la descentralización sonó la voz de los partidos minoritarios: de derecha, de izquierda, nacionalistas o regionalistas, independentistas o no, todos se opusieron con rotundidad a la visión tremendista que el líder de Vox, Santiago Abascal, dejó en un hemiciclo convertido en plató para la propaganda de la crecida derecha radical. Todo, el día después de que murieran 210 personas por covid. Si lo era, no pareció lo importante.

En esa disyuntiva queda el PP en estas horas: respaldar de alguna manera (con una abstención) a quienes consideran las autonomías un «virus» (en algún momento ayer pareció el mayor virus en España) o poner tierra de por medio, a pesar de que cuenten con el apoyo de los radicales de la derecha en algunas de esas autonomías para gobernar.

El Congreso más fragmentado, donde más voces diferentes de territorios hay, es también el más polarizado y radicalizado, el que más segrega entre buenos y malos (depende de quién hable están en un lado o en el otro).

Siempre hay un lado bueno de las cosas, porque siempre hay optimistas. La parte positiva de la performance populista de ayer es que, después de tantas horas de exposición, no deberían quedar dudas de qué representa Vox.

Así llegó Abascal a la tribuna y aseguró que España está siendo «desvalijada» a dúo: por Europa y por las autonomías. Y así, acusó de «ceguera» a quienes defienden el estado autonómico.

Así llegó Abascal y planteó el dilema que sitúa a los territorios en el eje del mal. «O pagar las pensiones o pagar las autonomías», dijo. O continuar ayudando a las personas o «el derroche autonómico». No hubo cifras para sostener esta afirmación, pero ahí queda. Todo es gratis.

Así llegó Abascal y habló del «virus divisivo del estado de las autonomías: siempre caras, ahora ruinosas; siempre ineficientes, ahora delincuenciales». Tal cual. Para Vox, las regiones (sus gobiernos, habrá que entender) sos utilizadas para delinquir.

Así llegó Abascal y calificó las autonomías de «parque temático del derecho administrativo», con «18 sistemas sanitarios» y «18 sistemas de atención primaria». «Resultaría cómico si no fuera por la gravedad», dijo.

Ataque al modelo territorial

Así llegó Abascal y proclamó que el «modelo territorial español ha fracasado. Es un clamor en Europa». Y dijo que la descentralización ha fracasado, también en educación, porque «ya casi ni se enseña el español en algunos lugares» y pidió «recuperar las competencias y exigir un currículum nacional y dejarse de localismos y de géneros».

Así llegó el líder de la ultraderecha y etiquetó a las autonomías de «ariete contra la convivencia y la unidad». Frente a ello, su modelo es «recuperar la grandeza de las provincias». Frente a ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradeció el «esfuerzo de los gobiernos autonómicos por defender la salud» y destacó que «no hay nada más patriótico que legar un país en concordia».

Frente a ello, Joan Baldoví (Compromís) replicó con un «Viva el papa» frente a una moción «basura», «vacía de propuestas y llena de descalificaciones»

Frente a ello, Inés Arrimadas (Ciudadanos) zanjó a Abascal: «Hoy parecía que le hacía la moción al Gobierno chino».

Los testimonios


JOAN BALDOVÍ / COMPROMÍS

Baldoví terminó su respuesta a Abascal en el Congreso con un «Viva el papa». Antes calificó la moción de censura de «basura» y dijo que olía a «habitación cerrada y a apocalipsis zombi».

« Vox solo busca publicidad con la moción y alimentar su mensaje de odio»


MANOLO MATA / PSPV

El síndic socialista dice vivir «con pena» la moción, en la que «Vox solo busca publicitarse y alimentar su mensaje de odio». Y destacó el papel de los grupos minoritarios como «barrera».

« Es un fracaso para Vox y un triunfo para Sánchez. Solo el PP es la alternativa real»


ISABEL BONIG / PPCV

Para la presidenta del PPCV, la moción es «un fracaso para Vox y un triunfo para Sánchez». Las opciones son hacer el juego al PSOE o preocuparse de los españoles en un momento duro. 

« Lo más ausente en el discurso de Santiago Abascal es el pueblo»


NAIARA DAVÓ / UNIDES PODEM

«No ha habido reconocimientos a los que se dejaron la piel luchando contra la pandemia, sino un desprecio a los sacrificios de los españoles», dijo Davó. Para Pilar Lima, la moción de censura es «un esperpento sin ninguna línea argumental». 

« No aporta nada positivo a los ciudadanos, solo crispa y crea más división»


RUTH MERINO / CIUDADANOS

Los españoles «asistimos a un espectáculo bochornoso, lo último que necesitan es ver pelearse a los políticos». La moción «no aporta nada positivo a los ciudadanos. Solo crispa y alimenta los egos de algunos», dijo la diputada de Cs.

« Abascal ha dado una gran lección de dignidad y servicio a España»


JOSÉ MARÍA LLANOS / VOX VALENCIA


«El gobierno criminal tiene enfrente a la verdadera oposición, que es Vox, y el PP sigue cobarde», afirmó el líder provincial. «Es la moción más necesaria, frente al gobierno más negligente y traidor a los españoles. Abascal ha dado una gran lección».


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