«Señor Puig, ¿piensa subir los impuestos a la clase media trabajadora valenciana?». «Ni lo hemos hecho nunca ni lo haremos». El cruce de pregunta y respuesta entre Toni Cantó y el president de la Generalitat tuvo lugar hace tres días, en la última sesión de control al Consell en las Corts. El intercambio verbal es un jugoso preámbulo al encuentro, más cercano, que según ha podido confirmar este diario tendrán mañana en el Palau de la Generalitat.
El líder de Ciudadanos y el secretario general del PSPV vuelven a sentarse en el despacho presidencial. La última vez que pasó, a principios de septiembre, la cita levantó suspicacias entre los socios de Puig en el Gobierno valenciano.
La nueva reunión vuelve a centrarse en la misma cuestión: los presupuestos de la Generalitat de 2021, marcados por la pandemia y los planes de reconstrucción. A pesar del debate generado en el seno de los partidos del Botànic y de las reticencias de Compromís y Unides Podem, el encuentro es la evidencia clara de que el apoyo de Ciudadanos a las cuentas del Consell continúa sobre la mesa y va a seguir marcando la agenda política valenciana, al menos hasta la presentación del proyecto de presupuestos, previsiblemente el próximo día 30.
La posibilidad de un acuerdo con la formación naranja es posible que esté más cerca después del cara a cara de mañana. Cantó parece decidido a ponerle difícil un no al tripartito. Según ha podido saber Levante-EMV, el síndic de Cs no acudirá con un planteamiento maximalista, sino que optará por el pragmatismo. Su argumento es que la ciudadanía reclama consensos en una situación de emergencia sanitaria y social y, por eso, quiere facilitar la posibilidad de un encuentro.
Según estas fuentes, Cantó se presentará con unas cuantas (pocas) condiciones en la cartera. La principal, un compromiso de que los presupuestos autonómicos no van a incluir una subida de impuestos a la clase media. A la vista de la afirmación contundente de Puig en la tribuna de las Corts el pasado jueves, debería ser fácil de asumir por el Ejecutivo.
Otro requisito de Ciudadanos será la incorporación de medidas adicionales de apoyo a los autónomos, ya que considera que las ayudas planteadas por el Consell en la primera ola de la crisis se han quedado cortas. No parecen propuestas imposibles de asumir por los grupos del Botànic, si bien habrá que ver el detalle de lo que reclama Cs para pactar.
Además del contexto actual, extraordinario y desconocido por la epidemia del coronavirus, el debate de los pactos interesa a Cantó porque ha situado a una formación en horas bajas en el centro de la agenda en las últimas semanas. Así, al tiempo que se reúne con el PSPV, asegura que su aliado preferente es el PP.
Puig ha reivindicado en los últimos meses acuerdos de amplio espectro, que superen los bloques tradicionales de izquierda y derecha. Los considera necesarios en una situación excepcional como la actual. Los pactos de reconstrucción firmados en el mes de julio entre todos los grupos (salvo Vox) se enmarcan en esa línea.
Puig también se ha manifestado favorable a un acuerdo presupuestario con otras formaciones. Compromís y Unides Podem no se oponen a él, pero rechazan una negociación previa con Cs, antes de que las formaciones del Gobierno tengan un acuerdo sobre las cuentas del año próximo.
Que Puig vuelva a recibir a Cantó, con el que mantiene una buena sintonía personal desde la época en que coincidieron en el Congreso de los Diputados, supone un aldabonazo a profundizar en la vía de los pactos transversales, al margen de los recelos de los socios, para quienes los socialistas estarían intentando jugar con dos barajas a la espera de lo que pueda pasar en 2023.
