El confinamiento residencial impuesto por el estado de alarma fue peor en algunas familias. Para las víctimas de violencia de género supuso una convivencia total en casa con su agresor. Para hacer frente a estos casos gravados por la cuarentena, la conselleria de Igualtat i Polítiques Inclusives incrementó en un 15,2 % el número de plazas residenciales en su red de pisos para la atención de mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas durante los casi 100 días que duró la cuarentena.

En total, se amplió en 54 nuevas plazas los recursos de la red residencial, incremento que sirvió para hacer frente al aumento de ingresos que también arrojó la pandemia. Estas plazas permitieron la atención de 107 nuevos ingresos: 74 mujeres y 33 niños, niñas y adolescentes.

Así lo detalló ayer el secretario autonómico de Igualdad y Diversidad, Alberto Ibáñez, durante su comparecencia en la comisión de Políticas de Igualdad de Género y del Colectivo LGTBI que se celebró en las Corts Valencianes. El grupo popular pidió que se informase sobre las medidas puestas en marcha para combatir la violencia machista durante la alerta sanitaria, lo que sirvió para que Ibáñez hiciese balance.

Además de la ampliación de la red de residencias para víctimas, el secretario de Igualdad informó de que la red de centros mujer 24 horas dependiente de la conselleria de Igualtat atendió a 3.511 mujeres durante la pandemia. De ellas, 795, el 22,6 %, usaban este recurso por primera vez, según informó Ibáñez.

Los centros de atención mantuvieron su trabajo a lo largo de todo el estado de alarma, aunque optando de forma preferente por la atención telefónica: se produjeron, a lo largo de todo el periodo, 13.752 consultas por esta vía. Según explicó Ibáñez a este respecto, el seguimiento a cada caso «se hizo de forma más intensa» durante el confinamiento, debido a que la convivencia entre víctima y agresor se hizo absoluta y obligada, lo que «empeoró las circunstancias del contexto de violencia de género», en palabras de Ibáñez. El secretario de Igualtat añadió que el 35 % de las consultas fueron realizadas por personas del entorno de la víctima, lo que para él demuestra «un cambio de paradigma» social al presentar una responsabilidad conjunta en la lucha contra la violencia de género.

Inversión contra la pobreza

Por otro lado, Alberto Ibáñez desglosó en las Corts las políticas públicas de inversón impulsadas durante la pandemia por parte de la Conselleria de Igualtat y que se centraron, en palabras de su secretario autonómico, en la «lucha contra la feminización de la pobreza». Así, se destinaon 7,5 millones de euros para ayudas en materia de vivienda, 3 millones para subvenciones a la reducción de la jornada laboral, 450.000 euros para paliar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia en la población gitana y 233.372 euros en reforzar la gestión de fondos de emergencia para mujeres víctimas, entre otras inversiones.