Los jabalíes, animales de costumbres noctámbulas, son felices con el toque de queda. Los vecinos se recogen y ellos corretean a sus anchas por las calles. Durante los meses del confinamiento, ya empezaron a merodear por zonas urbanas. Parece evidente que, más que los humanos, lo que les asusta son los coches. Ahora, a partir de la medianoche, las calles están desiertas y libres de tráfico. Es todo lo que pueden desear los ariscos jabalíes.

Ahora se ha visto a una manada que trotaba sin miedo por dos de las principales avenidas de Xàbia, la del Pla y la de Juan Carlos I. Los animales salieron de su madriguera antes de tiempo. El reloj no había dado todavía las 12 de la noche. Algunos conductores se toparon con los jabalíes. Los animales no echaron a correr asustados. En la avenida del Pla, trotaban por la calzada y luego se fueron hacia la zona agrícola del Pla. En Juan Carlos I, cruzaron la calle mientras los conductores, atónitos, les tomaban fotografías y grababan vídeos.

Este diario preguntó a cazadores de Xàbia sobre la proliferación de estos animales salvajes en los últimos meses. Advirtieron de que hay sobrepoblación en la Marina Alta y que, durante el confinamiento, algunos de estos sañudos jabalíes (mejor no encontrárselos de cara) han hecho sus madrigueras en terrenos repletos de maleza que están cerca de zonas habitadas.

En Dénia, el ayuntamiento desbrozó el pasado mes de septiembre barrancos que están junto a la vía verde en los que los jabalíes tenían su cubil.