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La firma de la marina de Santa Pola reconstruirá el puerto deportivo de Calp

El Consell otorga una concesión de 30 años a Marina Miramar, que pugnó por explotar los 110 amarres con empresas de Xàbia, Altea, Alicante y Teulada

La firma de la marina de Santa Pola reconstruirá el puerto deportivo de Calp

Puerto Blanco de Calp es el puerto valenciano con una historia más negra. El Consell lo ha precintado dos veces, en 2007 y en febrero de 2016. Lleva cuatro años abandonado. El temporal Gloria arruinó las obras de refuerzo del dique en las que la conselleria de Obras Públicas había invertido 600.000 euros. Hoy es un puerto fantasma.

Pero Puerto Blanco, dársena que la empresa VAPF construyó en 1983 en un recodo del Morro de Toix, despierta. La conselleria de Obras Públicas ha otorgado una concesión de 30 años para reconstruir y explotar los 110 amarres y este recinto náutico a las empresas Marina Miramar, que gestiona un puerto deportivo en Santa Pola, Banlor, que tiene domicilio social en San Sebastián de los Reyes (Madrid), y Indeisla, una consultora cuya sede está en Formentera. Estas tres empresas iban de la mano. Ahora deberán invertir 3 millones en rescatar un puerto deportivo que está destrozado.

La propuesta de estas mercantiles fue la que obtuvo la segunda mejor puntuación entre las seis (más otras dos descartadas al entrar fuera de plazo) que se presentaron al concurso convocado por la Generalitat.

La oferta mejor puntuada fue la de Sports Harbour Calpe, firma radicada en Xàbia. Pero luego no aportó la documentación que se exigía en el pliego de condiciones del concurso. Por tanto, Marina Miramar, Banlor y Indeisla, que sí entregaron todos los documentos, se llevaron el gato al agua.

Tras estas tres empresa que han logrado la concesión de una dársena que escapará del actual abandono en un momento de gran auge en la Marina Alta de la náutica deportiva, quedaron Marina Nou Fontana, que gestiona un puerto deportivo en el Arenal de Xàbia, y Marina Greenwich, que explota la dársena de Altea. Otra mercantil de Altea, Mediterranean Jet Náutica quedó a continuación. Mientras, la Unión Temporal de Empresas (UTE) de la constructora alicantina Sigma Infraestructursa y la firma de Teulada Náutica Mengual obtuvo la baremación más baja.

Puerto Blanco debe dejar ahora atrás una historia tumultuosa. Al adjudicatario le toca arremangarse y rescatar de la ruina estas instalaciones. Lo más urgente es rehacer el dique de abrigo, ahora hecho trizas y que no ofrece ninguna protección. La dársena carece de calado y debe dragarse a conciencia.

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