La celebración del Día de Todos los Santos es, seguramente, el primer gran evento que se celebre desde que la pandemia irrumpió en marzo. Por ello, los ayuntamientos se esmeran en diseñar protocolos para evitar grandes flujos de personas en los cementerios el día 1. Como ejemplo, en Llíria instan a la población a visitar el recinto sacro en días anteriores o posteriores al 1 de noviembre. Además, han limitado la estancia dentro a 30 minutos para agilizar el flujo de personas que, al mismo tiempo, tendran dos entradas y salidas habilitadas y circuitos internos que tendrán que seguir. Se prohibe compartir objetos y se controlará el aforo (a partir del día 26) que han limitado en 500 personas, según confirmo la concejala Fina Torrijo.

En Riba-roja de Túria tomarán los datos personales de todos los visitantes a la entrada del camposanto. De esa manera, como señala la edil Teresa Pozuelo, se facilitará el trabajo a los rastreadores en caso de que hubiera algún positivo entre los asistentes. En cada entrada habrá controles de aforo, que este año se ha limitado a 550 personas, cumpliendo sobradamente con las indicaciones de la conselleria. El transporte público se ha reforzado respecto a años anteriores y la Policía Local controlará el párking público. En el interior será personal contratado el que evite que se formen grupos entre los visitantes.

Mientras, en l’Eliana el antiguo Cementerio Parroquial y el Cementerio Municipal han ampliado sus horarios desde el pasado lunes y hasta el domingo 8 de noviembre. Se abrirá a las 9 y se cerrará a las 7 de la tarde durante tres semanas para evitar el colapso del día 1. El bando municipal recuerda también que es obligatorio el uso de la mascarilla, geles hidroalcohólicos y distancias de seguridad, además de incidir en que si se van a utilizar las escaleras para alcanzaar los niños más altos, es obligatorio lavarse las manos.

Por su lado, en La Pobla de Vallbona el cementerio abrirá el día 26 desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde y habrá circuitos internos para distribuir a los visitantes y evitar aglomeraciones. El control de aforo se implantará el mismo día 1 de noviembre y se fijará un máximo de 270 personas en el interior del camposanto.

Una fecha de «alto riesgo»

Mientras, en Benaguasil se ceñirán al protocolo distribuido por la Conselleria de Sanidad, quien considera de «alto riesgo» esta fecha por las aglomeraciones que habitualmente se producen y que, aunque es en espacios exteriores, están delimitados.

Por ello, la Dirección General de Salud Pública recomienda que los responsables de cada cementerio no permitan que haya más de una persona por cada 2,25 metros cuadrados. Además, insta a trzar circuitos internos para diferenciar la entrada y salida y reforzar las indicaciones con a con señales en el suelo, balizas o cartelería.

Respecto a la mascarilla, será obligatoria excepto «para las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el suo de la mascarilla».